Si en el pasado aprendiste algún idioma, revisa lo que aprendiste en ese entonces y descubre qué fue lo más eficaz para ti.
Aprende la pronunciación.
Memoriza 30 palabras y frases cada día.
Presta atención a la gramática.
Practica el alfabeto.
Escucha.
Lee en el idioma que estás aprendiendo.
Conversa con hablantes nativos.
Practica.